Temple y fuerza
Los
túneles de Cu Chi y la lucha de los vietnamitas por la independencia y la
unificación de Vietnam creo que es un muy buen ejemplo de cómo mediante la creatividad, la fuerza de grupo y la
optimización de las fortalezas es posible alcanzar un objetivo común.
Los
túneles fueron construidos durante la guerra, se trata de un refugio
subterráneo de 3 pisos que se utilizó no solo para almacenar alimentos y armas
sino también para alojar y comunicar a los guerrilleros. Estas guaridas
incluían trampas, zonas de descanso, fábricas de armas, hospitales, salas de
control y cocinas con sistemas especialmente diseñadas para evacuar el humo sin
ser detectado.
Se
caracterizaban por su estreches, la cual permitía el ingreso de los
soldados vietnamitas pero no el de los americanos,
fueron cavados solo con palas, y estaban perfectamente camuflados con la
vegetación de la zona. Eran un refugio relativamente seguro y permitía que los
soldados se evaporaran delante del enemigo.
Según
los entendidos en el tema estos túneles jugaron un papel de gran importancia en
la resistencia que el Viet Cong ofreció a las tropas de Estados Unidos, y en
última instancia ayudó al éxito militar.
Para
muchos la guerra de Vietnam quedó marcada en la historia como la primera
derrota bélica de los Estados Unidos, otros como Noam Chomsky consideran que
EEUU fue quien ganó la guerra.
Según
Noam los americanos no querían invadir Vietnam, simplemente querían destruir el
país, hacerlos sufrir, mostrarle al resto del mundo lo que les podría ocurrir
si imitaban a Vietnam e intentaban convertirse en un país socialista
independiente.
Para
cerrar comparto algo que encontré en internet al indagar un poquito sobre esta
guerra y los vietnamitas.
“La
supervivencia en las sucesivas batallas, la resistencia a las agresiones
extranjeras, su temple y fuerza ayudaron a que Vietnam se transforme en un
pueblo indomable, con una unidad nacional monolítica por encima de todas las
diferencias étnicas, religiosas y sociales… una sólida tradición de patriotismo
y laboriosidad, y una gran capacidad de creación y adaptación para resistir y
crecer en todas las circunstancias…
Es
por haber sufrido tanto de las atrocidades de guerra, que el pueblo de Vietnam
, más que nadie, ama la paz y anhela vivir en amistad con todos los pueblos del
mundo.”
Los y las vietnamitas
Si
los tengo que describir en 3 palabras diría que son muy muy trabajadores, 38
grados de sensación térmica y ellos están dispuestos a pedalear y llevarte de
paseo durante una hora en un “Cyclo”, otros reman un bote trasladando a un
poquito más de 20 personas por la bahía de halong y ellas recorren las calles
cargando varios kilos de fruta en sus canastos de bambú.
Es
muy fácil comunicarse con ellos, hablan y entienden inglés perfectamente y
están siempre listos para buscar y ofrecerte lo que estas buscando.
Dulce y romántica
Pequeña
y poética, antigua y tradicional, tranquila y luminosa Hoi an se transforma en
mi ciudad favorita en Vietnam.
Esta
ciudad comercial contaba con uno de los
puertos más importante del país durante los siglos XVII y XIX. El puente
japonés es uno de los lugares más característicos y fue construido para
comunicar el barrio comercial japonés situado al oeste con el chino ubicado en
la parte este de la ciudad.
Hoi
An se conserva casi intacta desde el siglo XIX debido a que el río se dividió
en dos ramas menos profundas que no permitieron la navegación de grandes
barcos.
Para
que la ciudad continúe manteniendo su encanto, actualmente las leyes vigentes
prohíben alterar los edificios e incluso, la circulación de automóviles por sus
calles, la población de Hoi An debe desplazarse en bicicleta o moto.
Esta
pequeña ciudad conserva en su arquitectura influencias de los comerciantes
chinos, japonés y francesas. Trasmite mucha paz y serenidad, por la noche se
encienden los farolitos y la calle es un continuo ir y venir de turistas y
nativos.